martes, 8 de septiembre de 2015

Parte 2

Ya no sé ni cómo sentarme, solo me falta tirarme sobre el césped y hacer la croqueta... Y eso sería más divertido que el plan que propone la noche, desde luego.
-¿Por qué nadie me avisó de que la mitad de la música que hace esta gente era tan deprimente? Se supone que a los festivales se viene a pasarlo bien, no a terminar los conciertos llorando como si no hubiera un mañana... -no me gusta refunfuñar, pero es que esto es demasiado. El rubio de la batería toca cada vez más fuerte para disimular todos los sapos y culebras que salen por la boca del cantante. Estoy casi segura de que lo hace por eso. En serio.
Tess se echa a reír a modo de respuesta y se arrima más a Jason.
-Pobrecita. Claro, es que ella no tiene con quién distraerse... -levanta la cabeza de repente y me mira con los ojos muy abiertos-. ¡Ey! ¿Vamos a conocer a gente nueva? A lo mejor conoces al amor de tu vida...
¿Por qué siempre tiene que mirarme con esa picardía malévola? Odio que me conozca tan bien...
-Quita, quita. -Me incorporo y me pongo de pie. Madre mía, no siento el culo... Y antes de darme cuenta ya he decidido que cuando vuelva traeré una toalla conmigo que sirva de cojín-. Mejor aún, me voy a por algo de beber a la cabaña y así me despejo un poco. ¿Queréis algo?
-¡No, gracias! De todas formas, ya queda poco de concierto, así que luego iremos para allá -contesta Jason.
-¡Eh, tortolitos! ¡Que Cass ha hecho una pregunta! -exclama Tess riendo, y tanto Adam como Amy se separan sorprendidos con las caras tan rojas como un tomate. Si eso no son besos pasionales, que bajen los dioses del oráculo y lo vean.
-Eh... ¿No? -nunca he visto a Amy dudar tanto al hablar, y resulta extremadamente divertido ver lo perdida que está ahora mismo-. No, no, gracias... Sea lo que sea.
Niego con la cabeza riendo levemente y me alejo de ellos. Debí hacer caso a la voz de mi cabeza que me avisaba de que un grupo impar de personas en un festival traería problemas de este tipo... Y también debí traerme la vela del salón, así al menos tendría compañía.
El césped está abarrotado de gente: sentados en círculos grandes, por parejas, de pie haciendo el tonto o sacando fotos... Y nadie prestando atención a la letra de la canción que suena en este momento. Qué sorpresa, he vuelto a ser la rarita que hace cosas raras que la gente normal no hace. Empiezo a pensar que debería coronarme...
Cuando consigo salir de aquel jaleo no tardo en localizar mi cabaña. Por suerte, esta zona está más despejada de borrachos que el césped...
-Ehhhh, nena, ¡te invito a una cop-p-pa! -suelta un tío desde mi izquierda cuando paso por delante.
<<Vale, puede que sea verdad eso de que soy demasiado optimista...>>. Entro en la cabaña y cierro la puerta de golpe. Qué apetecible está mi cama de repente, tan blandita... Las tentaciones de quedarme aquí en lugar de volver al césped mal cortado y lleno de barrizales de ahí fuera están empezando a ser verdaderamente tentadoras. Menos mal que he prometido que volvería, si no no me haría cargo de mis  decisiones. <<¿Por qué está mi cama tan arrugada?>> Tess... Y mi maniática cabeza me lleva hasta allí a colocarlo todo.
-Vaya, veo que sigues siendo tan perfeccionista como siempre...
Me vuelvo y veo a Drew con una pedazo de sonrisa súper irónica en toda la cara. ¿Cuándo ha aparecido y cuánto tiempo lleva apoyado en el marco de la puerta sin que me haya enterado?
De repente eso empieza a inquietarme...
-¿Cuánto tiempo llevas ahí? ¿¡Me has seguido!? -pregunto alarmada.
-Claro, es mi pasatiempo preferido -se ríe socarrón. Muy socarrón-. Estaba junto a la hoguera y te he visto pasar, sola y desamparada... ¿Sabes que esto está lleno de tíos pervertidos que podrían haberte seguido?
-¿No me digas? ¿Por eso estás aquí? -He oído un sonido agudo dentro de mi cabeza justo en el momento en que mi ceja se ha levantado y una sonrisa muy falsa le ha querido dar la bienvenida-. ¿Les estás ahorrando el paseo? Qué amable... Deben de estar todos muy agradecidos de que les ahorres tanto trabajo.
<<¿Pero qué...? ¿Desde cuándo se me va a mí así la lengua?>>. Este tío saca lo peor de mí y ni siquiera me doy cuenta. Genial.
-Yo creo que me tienen envidia. Al fin y al cabo, el que está aquí contigo soy yo... -Como no cambie la cara de creído tiene le voy a borrar la sonrisa irónica de un golpe con la almohada... <<¡¡Cassie!!, ¡¡Cálmate!!>>.
-Sí, y no porque hayas pedido permiso alguno para entrar -si las miradas matasen, mi sonrisa falsa le estaría salvando la vida por los pelos...
Drew se echa a reír y cierra la puerta. ¿Pero qué...?
-¿Por qué estás tan cabreada? Te pones muy graciosa cuando sonríes así de mal.
Creo que no podría haberle mirado peor. Pero me tiro en la cama y de repente me es imposible no desahogarme.
-Arggg, es por el maldito concierto. ¿Es que nadie le ha dicho a ese tío que las últimas cinco canciones hablan de lo mismo y repite los mismos tacos constantemente? Por Dios, si ni siquiera el batería podía escuchar una sola estrofa más, ¡se estaba dejando las manos ahí arriba! Cosa que le he agradecido, porque con tal de no oírle cantar... -resoplo. Esta noche estoy resoplando mucho, demasiado.
Drew se ha apoyado en la encimera y tiene una cerveza en la mano. <<¡Mi despensa! ¡Me va a dejar sin suministros para la semana!>> Iba a decirlo en voz alta, pero me está mirando otra vez con cara de idiota y no sé si enfadarme más o echarme a reír con él.
-¿Qué? -le espeto.
-Que llevo toda la maldita noche pensando eso mismo.
Vale. Eso no me lo esperaba... Nos echamos a reír a la vez. Al final va a resultar que sí nos seguimos pareciendo en algo después de tanto tiempo, aunque cualquiera lo diría viendo el aspecto que tiene ahora... De repente reparo en él: lleva puestos unos vaqueros y una camiseta negra sin mangas, y se puede adivinar un tatuaje que le cubre todo el hombro. ¡Todo-el-hombro!
-Cómo has cambiado estos años.. -me está mirando serio y ni me había dado cuenta del cambio de gesto. Pero es normal, tiene un tatuaje... ¿Por qué tiene un tatuaje? No es que sea raro, pero estamos hablando de Drew.
-¿Yo he cambiado? Tú tienes un tatuaje... -<<¡¡Cassie!!, !!Pero cómo puedes ser tan bocazas!!>>. Su cara cambia desde la sorpresa hasta la sonrisa irónica. Otra vez...
-Ahora entiendo por qué me comías con los ojos de esa forma.
-¿¡¡Qué!!? Yo no.... -sacudo la cabeza. Qué más da que intente negarlo, si es tan cabezota que le va a dar igual. <<Pero es que sí le estabas comiendo con los ojos, Cass...>>-. ¿Por qué tienes un tatuaje?
-Así que aparte de perfeccionista también sigues siendo igual de directa que siempre... -me acaba de lanzar la primera sonrisa sincera desde nuestro reencuentro-. Me alegra ver que hay cosas que nunca cambian.
-Bueno, en realidad eso no sigue igual, se me ha acentuado bastante... -levanto la mirada y la dirijo directamente a la suya. Para presionar, y eso...-. ¿Me lo vas a contar?
-Puede que lo haga mañana -otra sonrisa sincera. Y ya van dos, señores... Para ser honestos, este Drew me cae mejor que el que se mete en problemas por puro placer y acaba sangrando-.  ¿Y por qué se supone que has venido a este festival si no te gusta la música? En verano hay muchos donde elegir...
-Pfff, Adam encontró entradas baratas y a mis amigos les pareció una buena idea venir todos juntos... Ya ves tú, para acabar dividiéndose por parejas desde el minuto cero. De haberlo sabido, claramente no habría venido. Ni aunque me hubieran insistido durante años...
-¿Quién es Adam? -¿Y por qué se ha puesto tan serio de repente? ¿Qué pasa con este chico?
-El tío con el que te has pegado antes.
-Se le ha ido la mano a él, no a mí. Aunque si llego a saber que la que me va a curar eres tú, habría empezado antes a provocarle... -sonrisa sexy, zas. De esas para las que solo levantas una de las comisuras de la boca... Odio que haga eso.
-De haber sabido que has sido tú el que le ha provocado, no te habría curado, amigo. No des cosas por hecho.
De repente se abre la puerta de golpe y entran dos chicas medio borrachas y muy gritonas que creí que sabían controlarse mejor de lo que ven mis ojos.
-¡Cooooolega, te estábamos esperando! -y de repente repara en que no estoy sola. Mira a Drew y después a mí, y lo repite dos veces más-. Aunque... Esa no es ninguna mala excusa para haber olvidado que ibas a volver con nosotros -¿acaba de guiñarme un ojo?
-Más os vale no acabar hoy lo suficientemente borrachas como para que tenga que traeros en brazos hasta la cama... -y se echan a reír. Los tres. Espera, ¿los tres?
-Venga, mamá, que la fiesta va a empezar. Ya nos regañarás mañana cuando seas la única que se libre de la resaca -repone Tess, y acto seguido me coge de la mano y me levanta de la cama de un tirón. No es que yo me haya hecho la remolona, ni nada...-. ¿Vienes? La gente se está amontonando junto a la hoguera, será divertido.
-¡Oh, no me digas que habéis traido nubes! ¿También vamos a contar historias de miedo cuando estéis todos pedo? -mi sonrisa  irónica ha arrancado una carcajada a Amy y Drew también se ha reído por lo bajo. Tess, en cambio, se limita a mirarme mal. Con lo que yo la quiero...

No hay comentarios:

Publicar un comentario