Déjame vivir. Deja que escape de esta sensación. Me siento cual pajarillo enjaulado. Ábreme la verja, y deja que salga. Permíteme conocer a otros pajarillos como yo, unos que me enseñen cómo es el mundo que me rodea. Porque desde que se me enganchó la patita en aquel barrote, no he vuelto a ver un haz de luz del Señor Sol.
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